La certificación ISO es la marca de calidad más reconocida del mundo para productos y servicios. Requiere que un producto o servicio sea evaluado de forma independiente con respecto a 120 requisitos técnicos antes de que pueda recibir la certificación ISO 9001, y luego debe reevaluarse cada año para garantizar que continúa cumpliendo con estos estándares. Para mantener la certificación ISO, los sitios de fabricación se auditan periódicamente para asegurarse de que se cumplan las normas ISO.